Caras que construyen…Annarita
La gracia infinita de vivir el Meeting
Después de muchos años de no poder ir como voluntaria al Meeting porque estaba enferma de cáncer, este año tuve finalmente el regalo de poder estar aquí, y por seguir a un amigo que me había contado lo genial que era trabajar en el “Dona Ahora” también yo elegí este trabajo.
Fui pensando que era un trabajo aburrido... pero Jesús siempre me pasa por la derecha...
Tan pronto como llegué me encontré con la gran pasión de Natascia, Federica y Federico (nuestros responsables), pasión que luego, durante toda la semana, los movió a tener una atención tierna con todos nosotros, con cada uno de nosotros.
Luego encuentro los rostros de todos los que trabajan en mi sector, sus historias, su mirada inmediatamente familiar... una sobreabundancia de bien.
En seis días han pasado muchísimos rostros de jóvenes y menos jóvenes, que acercándose al banco (con el corazón rojo) tenían una mirada llena de gratitud por el Meeting.
He compartido la emoción de hombres y mujeres ante esta pregunta... ¡Qué gracia!
“Dono para que el Meeting no termine y pueda ser una posibilidad también para mis nietos”
“Dono porque el Meeting es mi casa”
“Dono porque el Meeting ha cambiado muchos juicios y corregido muchos prejuicios”
“Dono porque el Meeting es mi vida”
“Dono porque gracias a esta historia, la relación con mi esposa y con mis hijos se ha vuelto cada vez más llena de belleza gracias a este encuentro que me ha vuelto libre”
La conmoción es también por el niño que viene a donar 1€... y yo pienso “está empezando a construir su futuro”.
Conmovida y agradecida a todos los que han contribuido a la construcción del Meeting, dándome ahora la posibilidad de vivir esta belleza y llevarla a lo pequeño de mi cotidianidad.
¡GRACIAS!
Annarita