Han pasado algunas semanas de la conclusión del Meeting pero el recuerdo de aquellas jornadas permanece muy vivo en nosotros y en aquelllos que junto a nosotros, educadores y jóvenes, han preparado y ayudado a presentar la muestra “Yo solo no me basto”.

Han sido días llenos de encuentro, a menudo inesperados y sobrecogedores, para muchos de nosotros una novedad absoluta que ha dejado una huella en nuestra memoria.

Todos hemos respirado el clima de amistad del Meeting, el deseo de conocer y ponerse en juego que nos han “contagiado” hasta la desición de contar nuestras historias ante centenares de personas desconocidas, como les ha sucedido a los ocho jóvenes de Kayròs presentes en Rimini.

Tanto en aquellas jornadas como al volver a la comunidad se ha manifestado con evidencia la verdad del título de la muestra “Yo solo no me basto”: todos tenemos la necesidad de la relación con el “otro” para que nuestra vida encuentre el camino hacia su cumplimiento. Y también para nuestra comunidad se ha abierto un horizonte de colaboración con los amigos de Portofranco y de la Piaza dei Mestieri, que estamos seguros redundará en beneficio del camino educativo que a todos nos es querido.

De cara al futuro, la posibilidad de presentar la exposición en formato itinerante en muchos contextos representa otra gran oportunidad tanto para dar a conocer nuestra experiencia y lo que nos mueve, como para trabajar juntos.

Estamos muy agradecidos porque todo esto ha sido posible gracias a un lugar como el Meeting, y por eso mismo entendemos la importancia de sostener esta realidad que da voz a experiencias como las que hemos querido contar este año. Por eso nos sentimos más que nunca compañeros de viaje junto a vosotros.

don Claudio Burgio, Giorgio Paolucci y Guido Boldrin

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