Irene es una maestra, asistió desde niña al Meeting y luego en el 2013 y 2019 fue voluntaria en el restaurante.Para ella el Meeting es el lugar del corazón, “es un momento en el cual la persona puede hacer experiencia de una vida distinta”, dice con entusiasmo.

Para Irene en la semana de Rimini está lo humano, eso que es bello, verdadero y bueno, y lo humano es relación entre las personas, don, reciprocidad.

A ella le gusta servir, y en el Meeting encontró la posibilidad de ponerse al servicio de los otros descubriendo algo que no imaginaba: cuando fue voluntaria del restaurante se dio cuenta que se da para recibir, pero lo que se recibe es algo más de lo que se da.

Para Irene entonces donar al Meeting es un gesto de gran valor, tiene una conciencia clara que el valor está en quien dona y no en cuanto materialmente dona, porque el gesto de donar nace de una gratitud.

Irene mira lo que sucede en el Meeting con tanto asombro, fascinada por aquello que se encuentra, en cada espacio vive lo humano. El Meeting es un pulmón que hace vivir la experiencia de la amistad y de la paz. Hoy esta experiencia está contrastada, a menudo se encuentra individualismo, indiferencia y enemistad, prevalecen las lógicas del beneficio y del enfrentamiento. En el Meeting el cielo se refleja en los grandes pabellones de la Feria de Rimini, hay unidad en las diferencias, por eso Irene no tiene dudas, “el Meeting es un instrumento de paz”.

Hacer un donativo, cada uno según sus posibilidades es por tanto fundamental, es el modo con el cual la persona en su sencillez da su propia contribución para que siga existiendo y creciendo una experiencia de humanidad y paz.

Aquí reside el valor de donar, damos algo al Meeting, para que se potencie y dando recibimos una humanidad, nos volvemos más apasionados por la vida y abiertos a los demás.

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