Caras que construyen… don Emmanuele Silanos

21 agosto 2024
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Emmanuele Silanos, sacerdote misionero de la Fraternidad San Carlo, descubrió el Meeting cuando era un chico del instituto; participó como visitante impresionado por un mundo y una vida interesante, luego fue voluntario y allí, dice entusiasmado, «vi la posibilidad de construir algo juntos, de poder dar una contribución para algo que el mundo está esperando, de ponerse al servicio de una obra que todos necesitan». Donaora es también una forma de contribuir a construir esta gran obra que es el Meeting. «La pobreza no es dejadez, la pobreza es utilizarlo todo para la construcción del Reino de Dios. Y apoyar con un donativo es participar en la construcción de este mundo que todos desean y que aquí en el Meeting se encuentra.»

Este año, Silanos es uno de los curadores de la exposición «Franz y Franziska», la apasionante historia del matrimonio Jägerstätter que se preseta en el Meeting de Rímini. «Durante el covid», cuenta Silanos, “vimos la película de Terence Malick “Vida oculta”; luego, cuando murió el Papa Ratzinger, Rachele, una amiga nuestra de Padua, nos propuso hacer una peregrinación a su casa, que está cerca a la de Franz y Franziska, en el pequeño pueblo austriaco de Sankt Radegund. En esa doble peregrinación conocimos a su hija y su testimonio nos conmovió» Emmanuele cuenta a continuación que por la noche, mientras grababan juntos lo que habían visto y las palabras que habían escuchado, uno de ellos dijo que una historia tan intensa y fascinante debía conocerse lo más posible y preguntó:» ¿Por qué no hacemos una exposición en el Meeting? De este episodio surgió el camino y el trabajo que desembocaron en la presentación de la Muestra «Franz y Franziska» en esta edición del Meeting.

«No hubiese sucedido el sacrificio de Franz – afirma Emmanuel con convicción y emoción –  sin Franziska. Es la relación entre ellos, el amor que experimentan, el matrimonio como espacio humano en el que Cristo está presente, lo que representa la razón del sacrificio de Franz y, al mismo tiempo, lo que llevó a Franziska a aceptar su sacrificio y a atesorar su memoria.» Franz fue beatificado por el Papa Benedicto XVI en 2007. Franziska morirá a los 100 años en 2013, manteniendo siempre vivo su recuerdo.

Silanos cuenta que, hablando con una de sus hijas, le preguntó qué recordaba de su padre y ella le contestó que no recordaba nada porque tenía tres años. Luego le preguntó si alguna vez había tenido dudas sobre su gesto, que muchos consideraban excesivo. Ella respondió: «¡No, ninguna duda! ¡Nuestra madre siempre nos decía que hizo el bien!».

Silanos está fascinado por la historia que él y otros cuentan a los visitantes del Meeting. «Franz cambió su vida cuando conoció a Franziska, su ideal pasó a ser vivir para Cristo. Él no buscó el martirio, vivió como todos los cristianos para quienes ser mártir es dar la vida por Jesucristo. Las condiciones y el modo en que se da la vida lo decide Otro, para Franz fue ser víctima del odio nazi, para Franziska fue vivir durante toda su existencia terrenal el recuerdo de un gran amor, para cada uno de nosotros en lo que vivimos. Todos atrapados, fascinados por un gran ideal que se ha hecho concreto: esto es ser mártir, vivirlo todo por Cristo.»

La muestra «Franz y Franziska» es en esta edición del Meeting un reto significativo para captar lo que es esencial para vivir. Franz y Franziska son dos testigos únicos de por qué merece la pena vivir hoy.