Caras que construyen… Domenico y Filippo
También este año vuelve la sección 'Caras que construyen,' donde encontramos a personas que participan de diferentes maneras en la construcción y el apoyo al Meeting.
Hay muchas formas de apoyar el Meeting durante la semana del evento: donando en los puestos de Donaora, comprando boletos de lotería, o añadiendo 1 € al recibo en las cajas de los restaurantes. Quienes viven el Meeting desde casa pueden donar en línea en sostienici.meetingrimini.org o a través de la App Meeting Rimini.
Los caras que encontramos hoy son de dos voluntarios sicilianos, Domenico y Filippo, que cada año regresan con entusiasmo a trabajar en los puestos de Donaora.
Domenico ha sido voluntario en Donaora durante tres años. Comenzó siguiendo la propuesta de dos amigos. 'Yo había sido voluntario en la limpieza cuando era joven,' recuerda Domenico, 'luego, con mi familia, íbamos al Meeting como espectadores hasta que llegó esta propuesta que acepté.'
A la pregunta de qué es lo que más le impacta de esta experiencia, responde con decisión: 'Encuentro rostros alegres, ¡eso es lo que me impacta! Cuando las personas se me acercan y hacen una donación, a menudo les pregunto qué les motiva a donar, y la respuesta inmediata siempre es: "¡Quiero que esta historia continúe, que esta experiencia tan hermosa y excepcional siga adelante!"'
Domenico cuenta que este tipo de trabajo le permite vivir el Meeting con más intensidad. 'Durante los días del Meeting, ser voluntario en Donaora me hace vivir todo con pasión; no hay cansancio, cada momento está lleno de un nuevo sabor, y la relación con los demás se vuelve aún más rica y llena de gratitud.'
Filippo se involucró como voluntario en 2022 y, con determinación y entusiasmo, asegura que nunca renunciará a esta experiencia. Nunca había sido voluntario en el Meeting; siempre había ido como visitante, pero un día algunos amigos le propusieron ser voluntario en Donaora con ellos, y confiando en ellos, se dispuso a hacerlo. 'Se me abrió un mundo,' dice hoy, 'durante la formación me sugirieron preguntar a las personas el motivo de sus donaciones. Lo hago a menudo y casi todos se conmueven de gratitud. La gente dona porque quiere que el Meeting continúe, ¡porque lo que propone es demasiado hermoso!'
'¡Es evidente que el Meeting es valioso para la vida de todos!' comenta, y añade que también lo es para él, porque el acto de gratuidad que realiza durante los días en Rimini le enseña a vivir también su trabajo cotidiano.
'Cuando iba al Meeting como visitante,' confiesa Filippo al final, 'había un componente de fatiga y otro de gratitud. Ahora, solo hay gratitud; la fatiga ha desaparecido. Y uno de los frutos de la gratuidad,' añade Filippo, 'es la amistad que surge en el puesto entre nosotros los voluntarios, algunos de ellos perfectos desconocidos, lo que es una señal de cuánto genera en lo humano un gesto hecho por gratitud por lo que se ha recibido en la vida.'
Así, parece apropiado concluir reabriendo el desafío de participar en estos días del Meeting con la decisión de poner el corazón en "algo" para dejarse conquistar por la gratuidad que cambia la vida.