Estamos asistiendo a una aceleración de la evolución tecnológica como nunca antes en la historia de la humanidad. Pero, ¿cuáles son los beneficios reales y cuáles los riesgos? Cada día la masa de informaciones y de mensajes, no siempre fiables, crece desproporcionadamente. Esta cantidad casi inifinita, ¿podrá profundizar nuestros conocimientos o correrá el riesgo de aumentar la distracción o la confusión? Tantas e incisivas son las preguntas que nacen de la creciente incertidumbre existencial de tantos jóvenes y no tan jóvenes, por la fragmentación de la vida social, los cambios climáticos, el aumento de la conflictualidad y la violencia, y las guerras siempre más atroces.

Es dentro de este tiempo que resuena la provocación que nos lanza el autor estadounidense Cormac McCarthy con la pregunta que hemos elegido como título del 45° Meeting de Rimini: “Si no perseguimos lo esencial, ¿qué perseguimos?”. Es una pregunta que compromete a nuestra persona en su totalidad, moviliza nuestra razón, mueve nuestra inteligencia, estimula nuestras relaciones; una pregunta que entra en las agonías de nuestra vida abriendo una nueva perspectiva.

¿Cuál es la consistencia de la relación que vivo, del dolor que me aflige, de la alegría que me embarga, de la belleza que me fascina, del trabajo que realizo, de la contradicción que me inquieta? La búsqueda de lo esencial no es una cosa que reduce la vida a un mínimo indispensable, sino al contrario hace ver cada cosa en su horizonte irreducible, exalta la belleza también cuando se esconde bajo los escombros de la indiferencia, valoriza el bien incluso cuando parece aniquilado por el mal.

“Estar en búsqueda” es una espera vigilante y conciente, una atención apasionada e inteligente – en la certeza que existe una consistencia indestructible en eso que ocurre, un bien infinito en eso que sucede. De otro modo, ¿qué sentido tendría el ímpetu de esta búsqueda que, sobretodo en los momentos más lúcidos y más oscuros de nuestra vida, casi se impone? Es demasiado evidente que solo la búsqueda de lo esencial puede liberar una fuerza y una creatividad auténticas que nos permitan, en todas las circunstancias y situaciones, evaluar, juzgar, distinguir, valorar, para poder reconocer y hacer emerger aquello en lo que todo consiste, aquello en lo que yo consisto.

Y por eso la búsqueda de lo esencial es tan desiciva para afrontar de manera constructiva los grandes desafíos de la vida social y cultural, económica y política, de la evolución tecnológica y de los impactos geopolíticos. Ciertamente esta búsqueda no es posible sin un diálogo que permita madurar la comprensión de uno mismo, una confrontación que profundice la propia conciencia, un compartir que cree la posibilidad de construir juntos un pedazo de camino, para un futuro más correspondiente a las espectativas más verdaderas de cada hombre.

Contribuir precisamente a este diálogo y a este compartir es la intención de la próxima edición del Meeting de Rimini, que será mucho más rica y mucho más incidente en cuanto más cada uno participe como protagonista de una apasionada búsqueda de lo esencial.

Bernhard Scholz
Presidente del Meeting por la amistad entre los pueblos