El título del próximo Meeting es tomado de una intervención de don Luigi Giussani en el Meeting dell’amicizia tra i popoli de 1985, en el que decía con fervor: “El cristianismo no nació para fundar una religión, nació como pasión por el hombre”.

Él mismo vivió, anunció, comunicó, transmitió esta pasión de una manera extraordinaria, con una fuerza afectiva y una razonabilidad sorprendente que no dejaba indiferente a quienes se lo encontraban. Se interesó por la persona en su singularidad y unicidad, se hizo partícipe y amigo del drama que toda vida atraviesa en busca de su cumplimiento.

A cien años de su nacimiento, el Meeting 2022 quiere invitar a redescubrir esta pasión que don Giussani nos testimonió y que aún nos testimonia a través de sus escritos y de la vida que generó. Nos encontramos en un momento histórico que nos pone delante de interrogantes y cuestionamientos que conciernen no solo a algunos aspectos de la vida humana, sino a la esencia del ser hombre, a su libertad.

Son tantos los indicios que documentan cómo la propia vida es percibida cada vez más como un resultado casi casual de un flujo biológico, condicionado por circunstancias sociales, económicas, ecológicas y geopolíticas. Cuanto más impredecibles o adversas se vuelven estas circunstancias, más aumenta la incertidumbre y se reduce la confianza. Tratar de superar cualquier límite a toda costa, incluso los límites del propio cuerpo, con tecnologías cada vez más sofisticadas, apoyarse en el poder político como salvavidas o el refugiarse en las mil distracciones posibles, son solo algunos de los síntomas de un malestar que grita, en cierta medida conscientemente, por una libertad que permita vivir ahora a la altura de los deseos más verdaderos y profundos.

Esta libertad no se da de manera automática, sino que es fruto de un encuentro en el que se hace presente una pasión fuerte, incondicional y libre por el bien y por el destino de la persona. Una pasión que se enriquece con la belleza de la naturaleza y la belleza del arte, que se expresa en el trabajo como la construcción de un mundo más humano, se expande y se nutre en relaciones que a su vez se convierten en el tejido vivo de una sociedad verdadera, no determinada por el Estado, pero fuente de una creatividad que el Estado no puede más secundar si no quiere traicionarse a sí mismo.

En el Meeting 2022 queremos dar voz a esta pasión por el hombre, a esta pasión por el hombre que busca la verdad y la justicia, a esta pasión por el hombre que sufre por la enfermedad, la pobreza, la soledad, a esta pasión por el hombre que se engaña a sí mismo de su autosuficiencia y del poder propio, a esta pasión por el hombre que se compromete en realizar un trabajo útil y digno, a esta pasión por los niños y jóvenes que encaran el mundo con curiosidad y esperanza.

Deseamos conocer personas que, en la familia, la escuela, el trabajo, los negocios, el arte, el deporte, la política y la relación entre diferentes religiones y culturas, testimonien esta pasión. Queremos hablar sobre las oportunidades y riesgos de las nuevas tecnologías y de su impacto en la vida, sobre las posibilidades de promover la transición ecológica, sobre el potencial de la investigación científica, sobre los cambios en la vida laboral, sobre el futuro de la salud, sobre la implementación de la Next Generation Eu, sobre los desafíos geopolíticos cada vez más candentes.

Y lo haremos con la certeza de una Pasión infinita que abraza ahora la vida de cada uno de nosotros.