A cargo de la Associazione Euresis y Camplus

“En efecto, el hombre resulta ser cosa divina porque allí donde la naturaleza termina de producir sus especias, el hombre comienza allí con las cosas naturales a fabricar con la ayuda de la naturaleza infinitas especias”.
Leonardo da Vinci 

Desde el principio, el hombre ha sabido utilizar creativamente los recursos naturales de su entorno para emancipar su propia existencia. Desde la domesticación del fuego hace aproximadamente un millón de años hasta las centrales nucleares de hoy, la capacidad de reconocer y utilizar nuevas formas de energía ha acompañado toda la historia de la humanidad, marcando mejoras extraordinarias en las condiciones de vida y sosteniendo la existencia de un número creciente de seres humanos. Todo ello, por otra parte, ha provocado un impacto cada vez mayor sobre el medio ambiente, hasta el punto de alcanzar en los últimos tiempos niveles graves y potencialmente desastrosos, como documenta la complejidad del debate contemporáneo.
Quizá el uso tan frecuente de la palabra “energía” lleve a considerar lo que ésta indica. Puede parecer obvio, por ejemplo, que un medio de transporte puede moverse por un motor de combustión, un motor eléctrico o quizá un motor nuclear (como algunos submarinos). Sin embargo, esta intercambiabilidad dista mucho de ser obvia y surge de una propiedad fundamental de la naturaleza. Existe una combinación de factores naturales, que llamamos “energía”, que no cambia durante ningún proceso material: si disminuye en una parte debe aumentar en otra. De hecho, no podemos “producir” energía, sólo podemos “transformarla”. 

¿Qué entendemos realmente por “energía”?
¿En qué formas fundamentales se presenta?
¿Cómo puede transformarse de una forma a otra?
¿Existe una fuente de energía que esté en el origen de todas las demás presentes en nuestro planeta?
¿Cómo recogen y aprovechan la energía los organismos vivos para su existencia?
¿En qué formas podemos acceder a la energía los seres humanos, y cuáles son las más sostenibles?
¿Cuál es la situación energética actual, y qué nos depara el futuro? 

Éstas son algunas de las preguntas que Science Space quiere profundizar. Están enraizadas en el ámbito científico y tocan aspectos cruciales para el presente y el futuro de toda la convivencia humana. Queremos preguntarnos si la relación entre el sujeto humano y la naturaleza puede evitar tanto la oposición como el sometimiento, valorando la aportación creativa del hombre. 

¿Es posible para la comunidad humana “trabajar y custodiar” el mundo, sin comprometerlo?
¿Qué estrategias podemos poner en marcha para responder a las crecientes necesidades de la humanidad, teniendo en cuenta todos los factores en juego? 

El título del Meeting nos invita a considerar la “existencia humana” como “amistad”. La concepción judeocristiana de la naturaleza como creación nos invita a reconocer la amistad original de Dios con el hombre en el don de la naturaleza, y la amistad entre los humanos como forma de colaborar con ella: “La creación sólo puede entenderse como un don que brota de la mano abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor que nos convoca a una comunión universal”. (Papa Francisco, Laudato si’, 76) 

Inicialmente, se destacará la energía como respuesta a las necesidades humanas: desde las más básicas y primitivas (alimentarse, calentarse, iluminar el ambiente), hasta las más complejas propias de la modernidad (moverse, transportarse, sostener la producción industrial). Pero las necesidades del hombre pueden satisfacerse más eficazmente si somos capaces no sólo de cosechar energía, tal y como surge en un determinado lugar y de una determinada forma, sino también de transformarla, para almacenarla y transportarla hasta donde sea necesaria. En cada uno de estos pasos, así como en la tensión de respetar los límites intrínsecos del entorno en el que intervenimos, el ingenio humano desempeña un papel crucial y fascinante. Veremos ejemplos históricos de fuentes de energía renovables, abriendo así el tema actual de la sostenibilidad. Algunas de las formas de energía y sus transformaciones (hidroeléctrica, fotovoltaica, eólica) más utilizadas y prometedoras en la actualidad.  

A continuación, descubriremos que toda (o casi toda) la energía de la Tierra procede de una única fuente: el Sol. 

En las regiones centrales de nuestra estrella se da una admirable combinación de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza (gravitatoria, electromagnética, nuclear débil, nuclear fuerte) produce la fusión nuclear estelar: tras múltiples transformaciones asombrosas, de ella deriva más del 99% de toda la energía disponible en nuestro planeta. 

Incluso los organismos vivos -incluidos nosotros mismos- subsisten gracias a esta energía, transformada a través de una serie de refinados juegos físicos y químicos. Dos formas fundamentales en las que el mundo vivo utiliza la energía: la utilización directa de la radiación solar a través de la fotosíntesis; y el metabolismo, que suministra energía fresca a cada célula del organismo. Esta energía, almacenada en antiguos fósiles, la que aprovechamos en los combustibles de origen biológico: carbón, petróleo, gas natural. 

Por último, se hará especial hincapié en la fusión nuclear controlada: el intento de reproducir en el laboratorio los procesos que sustentan nuestro Sol, reajustándolos a las condiciones terrestres, con el fin de obtener la fuente de energía más eficiente y limpia de las explotadas hasta ahora por el hombre. Se trata de un formidable desafío técnico-científico, objeto de un enorme esfuerzo internacional, que promete el próximo salto de calidad mundial en pocas décadas. Será descrito el estado del arte de los proyectos en los que participa la comunidad científica internacional, y los escenarios que pueden preverse para las generaciones futuras. 

La propuesta se centra en el ámbito científico, pero el tema cruza claramente cuestiones de carácter ambiental, social, económico, geopolítico e incluso filosófico-teológico. Se propone explorar algunos de estos aspectos en las reuniones que se celebrarán diariamente en el espacio del recinto ferial, también en sinergia con otras iniciativas e invitados ya presentes en el Meeting sobre temas complementarios.