Cristina Benetti, Jewish General Hospital de Montreal; Vincent Nagle, Capellán de la Fundación Maddalena Grassi; Patrick Vinay, Profesor Emérito de Medicina, Université de Montréal. Introducen Marco Maltoni, Director de la Unidad de Cuidados Paliativos de Forlì, Miembro de la Asociación Medicina y Persona y Elvira Parravicini, Directora del Programa de atención del cuidado Neonatal, Profesora Adjunta de Pediatría, Columbia University Medical Center.

No se vive sino en una relación, porque ‘estar en relación’ es la naturaleza del hombre.
La pandemia obligó a las personas a estar aisladas físicamente para evitar el contagio, y esto sucedió sobre todo en el campo médico. Las madres tuvieron que dar a luz sin el marido presente, pacientes hospitalizados no pudieron recibir el consuelo de la visita de los familiares y, peor aún, murieron solos.
El aislamiento también ha afectado a los trabajadores de la salud, y hemos visto una alta incidencia de depresión, abandono del trabajo y, a veces, suicidio. Esto se debe a que la relación, tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud, es la posibilidad de una continua regeneración mutua, para poder vivir incluso la situación más dramática.
Pero durante el tiempo de la pandemia, ¿hubo personas que tuvieron el coraje de decir “yo” y decidieron `estar los unos para los otros’, realizando así la verdad de sí mismos?