Roberto Garofoli, presidente de la Sección del Consejo de Estado; Ernesto Maria Ruffini, director de la Agencia Tributaria; Giuseppe Tripoli, secretario general de Unioncamere. Modera Emmanuele Forlani, director de la Fundación Meeting para la Amistad entre los Pueblos ETS.

La mayoría de las veces, tanto en diálogos públicos como privados, el término administración pública tiene una connotación negativa. Sustantivos como burocracia, control, inspección, autorización, permiso, concesión, etc., no generan grandes simpatías en los ciudadanos y las empresas. La administración del Estado tiene la tarea de concretar las decisiones de la esfera política en su operatividad; además, está constituida por diferentes dimensiones, desde la central hasta el nivel periférico más cercano al ciudadano. De la capacidad de los gestores de la administración pública también dependen los aspectos más constructivos de la vida social y económica de un territorio. La atractividad de un territorio, la fiabilidad de una estructura central o periférica, la atención a la persona y el crecimiento son elementos centrales para una buena administración. Pediremos a nuestros interlocutores que testifiquen cómo puede emerger la “buena cara de la administración pública”.