Como declara Bernhard Scholz, presidente de la Fundación Meeting para la amistad entre los pueblos, «En los últimos años, el Meeting ha destacado la fuerza vital de quienes, en medio de numerosos ‘desiertos’ –soledad, desesperación, conflictos, guerras– han sabido construir lugares de auténtica convivencia. Este impulso nace de una gratitud profunda, que permite construir el bien incluso donde parece imposible».

La edición de 2025 del Meeting quiere ser un lugar de diálogo y confrontación para recoger y compartir experiencias de construcción que vayan más allá del mero tecnicismo o del enfoque utilitario. Los cerca de 100 congresos, las 15 exposiciones y otros tantos espectáculos, así como la Zona de Chicos y las áreas deportivas que están en fase de diseño, serán igualmente ocasiones para presentar experiencias de reconstrucción y transformación. «Queremos sacar a la luz la capacidad», añade Scholz, «de convertir situaciones de estancamiento o crisis en una oportunidad de renacimiento, redescubriendo la fuerza del trabajo, la solidaridad y la creatividad».

El presidente del Meeting subraya especialmente la relación entre gratitud y construcción. «La gratitud», explica Scholz, «es fuente de energía e inteligencia para afrontar los desafíos más complejos. Gratitud por la vida, por los talentos recibidos, por las amistades, por la belleza que nos rodea y por la historia que nos ha transmitido un patrimonio sin precio».

Durante el Meeting se abordarán temas cruciales como la crisis de las relaciones, la fragmentación social, el cambio climático, la aceleración tecnológica y los conflictos geopolíticos. «El Meeting es una invitación dirigida a todos», concluye Scholz, «a contribuir a construir lugares de encuentro y esperanza. No es solo un evento, sino una experiencia en la que cada uno puede ser protagonista de una construcción que deje huella. En los lugares desiertos de nuestra época, realmente podemos descubrir y utilizar “ladrillos nuevos” para edificar un futuro más humano y justo».