A las 19:30 del miércoles 21 de agosto, la Sala Sur del Meeting está más llena de lo habitual, ya que se está inaugurando una exposición inusual: "Artistas para el Meeting". Sin embargo, el arte siempre ha sido un elemento constitutivo en el evento de Rímini. Lo que hace única esta ocasión es que los artistas involucrados son cinco individuos que han crecido con el Meeting, en cierto modo, justo en sus pabellones: Domenico Casadei, Paola Ceccarelli, Davide Frisoni, Alessandro La Motta y Alice Tamburini. Cada uno con su propio arte, cada uno con su propia sensibilidad, todos en busca de lo esencial.

"Esta muestra nace de la colaboración y amistad con estos artistas", dijo Roberta Tosi, historiadora del arte presente en la inauguración. "Los artistas son por vocación grandes buscadores de lo esencial, es decir, personas que no sienten nada ajeno a su camino y por eso buscan la esencia en todo. Como escribió el gran John Ruskin, escritor, pintor e historiador del arte del siglo XIX, en su autobiografía: 'Me interesaba todo, desde los líquenes hasta las nubes'. Cada uno de estos artistas pone en escena así su encuentro personal con la realidad, ofreciéndolo a los visitantes."

"El artista", continuó la historiadora del arte, "siente la llamada a dar forma a lo que aún no tiene forma, lo que le obliga a sacar lo mejor de sí mismo. El arte consiste en este encuentro personal entre la realidad y lo mejor de nosotros. Por parte del observador, entonces, se necesita estar dispuesto a abrirse a la obra con su propia sensibilidad, dejándose conmover. Un gesto personal, por tanto, dado al mundo. Por esto," concluyó Tosi, "el arte ha sido siempre también la forma más elevada de resistencia a la deriva de la guerra."

"Un pueblo que no genera artistas es un pueblo muerto," comentó el poeta Davide Rondoni, amigo del Meeting y de los protagonistas de la exposición. Los artistas que el Meeting expone en esta primera edición de "Artistas para el Meeting" son personas que, por diversos caminos, están animadas por la misma experiencia de un pueblo que genera el Meeting. El arte, para quienes lo crean, es sin duda un asunto personal, pero si este asunto personal no está arraigado en algo más grande que la propia individualidad, nunca tendrá la oportunidad de ser lo que el gran Ungaretti dice de la poesía, y que vale para toda obra bien hecha: "un grito unánime", es decir, un pequeño o gran tesoro que da voz al alma que une a todas las personas. De este tesoro han hecho donación los artistas convocados por el Meeting, para que el pueblo del Meeting, compuesto por personas de todo tipo pero marcado por la misma atracción hacia una Presencia misteriosa, transforme este regalo en otro regalo."

"Debemos estar agradecidos a los artistas," afirmó Rondoni, "porque eligen vivir una vida enteramente dedicada a la búsqueda de lo esencial. Son como boxeadores golpeados por las palabras, los colores, las imágenes, pero al final, lo que importa más que la vida que han vivido, son las obras que dejan."

"Artistas para el Meeting" representa el número 0 de un camino que pretende involucrar cada vez más a los artistas y nació también con el propósito de apoyar al Meeting a través del arte mediante una recaudación de fondos. De hecho, es posible comprar durante esta semana las obras expuestas directamente de sus autores. Una parte de los ingresos será luego donada por los propios artistas a la Fundación Meeting."

Benedetta Perazzini acompaña a los visitantes en la visita de las obras expuestas. Es una estudiante de la Universidad Católica de Milán en el curso de Economía y Gestión del Patrimonio Cultural - idioma inglés. Desde junio, está realizando su periodo de prácticas curriculares en la Fundación Meeting, otro signo de que la kermés de Rímini ofrece atención y espacio a los talentos y aspiraciones de los jóvenes que deciden contribuir a la realización de este gran evento.

Lo esencial vive en una continua y dramática tensión entre lo invisible y lo visible, tan necesario para que el hombre pueda realizarse a sí mismo. El hecho de que la muestra esté ubicada en la entrada de la Feria resalta, de manera particular, el llamado a alzar la mirada hacia un significado más grande, un significado que elige habitar esta tierra, ofreciéndose a los hombres siempre a través de signos expresados en formas sensibles.

Alessandro Vergni