1914. ALGO NUEVO EN EL FRENTE OCCIDENTAL
Curada por Antonio Besana
En el infierno de la guerra, a veces ocurren eventos que parecen negar su esencia, redimiendo su maldad cuando las mentes de los hombres, tal vez por unos pocos momentos, están dispuestas a escuchar lo que sugiere el corazón.
Diciembre de 1914, Ypres (Bélgica), frente occidental. A cinco meses del comienzo de la guerra, los combates se han transformado en una guerra de trincheras agotadora. Alrededor de Ypres, los combates eran continuos. En la noche de Navidad, ocurrió algo impensable: una tregua. No fue un acuerdo entre los mandos de los dos bandos: fue una tregua espontánea decidida por los soldados. En la noche de Navidad, alguien comenzó a cantar villancicos tradicionales. Los soldados descubrieron que, en las trincheras opuestas, aunque con palabras diferentes, cantaban las mismas melodías de casa. Alguien propuso dejar de disparar.
Los enemigos salieron a la intemperie y se encontraron en tierra de nadie. Se hablaron, se dieron la mano, se abrazaron, se intercambiaron saludos y regalos, ropa y botones de sus uniformes, comida, tabaco, fotos de amigos y familiares, y recuerdos de tiempos de paz. En la mañana de Navidad, enterraron a los muertos con un servicio funerario. Un evento de tales proporciones nunca volvió a ocurrir en la historia.
En el 110 aniversario de la Tregua de Navidad de 1914, la exposición, con un enfoque inmersivo, intenta recrear el ambiente de la trinchera, proporcionando testimonios de los protagonistas y una extensa documentación fotográfica resultante de una larga investigación y un viaje a los lugares de este evento único.