En 2013 la Fundación Meeting publicó un Balance Social con la intención de documentar las numerosas actividades realizadas en el ámbito del Meeting. Se compararon los datos de la primera edición de 1980, los de 1993, los de 2003 —año en que el evento se trasladó a los pabellones feriales de Rímini— y los de 2013.

Cinco años después, en 2018, se reanuda un discurso que no se ha interrumpido. Se parte de la norma UNI ISO 26000:2010 Guía a la responsabilidad social, que nos ofrece un vínculo con la experiencia anterior y, al mismo tiempo, una sólida base sobre la cual construir el camino hacia la sostenibilidad que el Meeting de Rímini, con el apoyo de Conai y de Italian Exhibition Group (IEG), se propone afrontar de modo más estructurado y prospectivo.

La norma establece que un objetivo predominante de la responsabilidad social de una organización debe ser contribuir al desarrollo sostenible mediante un enfoque integrado por las tres dimensiones que la componen (medioambiental, social y económica).

Como gran evento, el Meeting es consciente de que el principal impacto negativo del que es responsable es el medioambiental, y por ello decide rendir cuentas a través de este primer documento, que con ambición titulamos Plan hacia la sostenibilidad del Meeting.

En este sentido nos ayuda otra norma, la UNI ISO 20121:2013, Sistemas de gestión sostenible de los eventos — Requisitos y guía para el uso, que representa, en cambio, nuestro punto de referencia en la elaboración del Plan y en la definición del camino a seguir.

Se trata, por tanto, de una norma voluntaria que define los estándares a los que hay que atenerse para poder certificar el propio evento como sostenible, desde el punto de vista medioambiental, social y económico en las fases de proyecto, gestión y realización.